En un principio, nuestro primer destino fue Níjar , todos teníamos unas ganas inmensas de conocer esa realidad, pero por distintas razones que solo Dios sabe, acabamos en esta casa que acoge a lo mas rechazado de la sociedad, sin ser conscientes de que estas personas cambiaríannuestra manera de ver el mundo.
El amor infinito que brota dentro de esa casa nos ha hechoestremecernos en muchas ocasiones. Ver como una persona que no puede hablar, que apenas sabe comer y que babea constantemente cuida de todos y cada uno de los residentes , está pendiente de lo que pueden comer o no sus compañeros de mesa o es capaz de gastar bromas o dar una caricia a los demás para intentar aliviar su sufrimiento nos ha hecho plantearnos nuestra actitud hacia los que nos rodean en nuestro día a día, nosotros que todo lo tenemos y que tanta carencia de amor tenemos a su vez. Un hecho que solo desde Dios se puede comprender.
Hemos limpiado baños, babas, suelos, cambiado pañales…pero nada de eso ha supuesto un obstáculo para nosotros porque el cariño tan grande que recibíamos nos hacia dar lo mejor de nosotros mismos, superaba nuestro cansancio y nuestro rechazo a hacer esas cosas y nos movía a dar lo mismo que recibíamos. Nosotros no hemos ido a ayudar, porque los que nos han ayudado han sido ellos, han renovado nuestro corazón con cada sonrisa, cada palabra de amor, cada gesto…ver la motivación y la dedicación con la que trabaja el personal de la casa también ha sido un gran pilar para vivir esta semana, que en muchas ocasiones no ha sido fácil.
Hemos convivido con personas que han matado, delinquido, consumido, defraudado…pero nosotros hemos sido testigos en primera línea de la misericordia y el perdón de Dios sobre ellas y como los hemos llegado a vercomo hermanos, algo mágico.
El vivir la realidad que viven diariamente los Esclavos de María y de los Pobres, haciéndose pobre entre los pobres,nos ha permitido experimentar la fuerza y de Dios en el mundo, cómo estas personas son capaces de darlo todo por amor, y es que no hay frase más verdadera que esa que dice: ``La fe mueve montañas´´ , esa fe que ha sido la que nos ha llevado hasta Alcuéscar, en cuyas realidades es donde verdaderamente encontramos el CAMINO, LA VERDAD y LA VIDA porque allí no hay nada que te ate, el amor de esa casa nos ha hecho libres durante una semana y queremos llevar esa libertad a nuestras vidas.
Sin embargo todas estas vivencias y sentimientos no hubieran llegado a ningún lado si no las hubiéramos puesto en manos de Dios. Compartir la oración entre hermanos ha aliviado muchos de nuestros dolores personales, nuestras preocupaciones al ver el sufrimiento de muchos de los residentes, ha multiplicado nuestras alegrías, nuestras ganas de vivir y sobre todo, nuestras ganas de SER EL CAMBIO QUE QUIERE VER EL MUNDO.
¿Te apuntas?...
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