Como cada año, al comienzo de curso, la Delegación de Infancia y Juventud ha
realizado la peregrinación a Guadalupe con un grupo de 120 jóvenes bajo el lema “Salid a los
caminos, venid a la fiesta”.
El viernes 18, sobre las 17:00 horas salieron dos autobuses, uno desde Coria y
otro desde Cáceres, hacia Puerto de San Vicente, lugar desde el que comenzaba nuestra
peregrinación. A la llegada se repartieron a los jóvenes en diferentes grupos con sus
respectivos monitores. Después celebramos la Eucaristía en la parroquia del pueblo. Cuando
terminamos, nos desplazamos al lugar donde nos alojábamos para cenar y tener una velada de
juegos. Para finalizar la tarde, hicimos una oración y nos fuimos a descansar.
El sábado por la mañana nos despertamos al toque de la corneta y tras desayunar
y recoger nuestro equipaje, rezamos laudes para ponernos en manos del Señor y comenzar
nuestra marcha hacia Alía.
La ruta tenía unos 17 kilómetros con unos paisajes muy bonitos y destacar que, a pesar
de la probabilidad de lluvia, no nos llovió en todo el camino.
A la llegada a Alía comimos en el parque situado a la puerta de la parroquia y tras esto
comenzó el tiempo de trabajar.
Por la tarde tuvimos nuestra catequesis de formación, impartida por dos hermanas de
la Fraternidad, de Almoharín. El grupo se dividió para recibir la formación más adecuada a su
A continuación hicimos una reflexión por grupos, tiempo para estar con nuestro grupo
y trabajar con ellos. Y a las 20:00 horas celebramos la Eucaristía en el pueblo.
Tras la cena tuvimos un ratito de velada y terminamos la jornada con una Vigilia de
Adoración muy emotiva, donde pudimos encontrarnos cara a cara con el Señor y escuchar
algún testimonio bastante conmovedor.
Tras finalizar la Vigilia nos fuimos a descansar para
recobrar fuerzas para el siguiente día.
El domingo por la mañana tras levantarnos y desayunar, nos pusimos en marcha hacia
Guadalupe. Tras haber caminado algún kilómetro hicimos una parada para rezar laudes en un
altar de la Inmaculada, situado a las afueras de Alía.
La entrada a Guadalupe la hicimos con gran alegría, cantando por sus calles,
disfrutando del momento que estábamos viviendo, que a pesar de que el camino hubiese sido
difícil, sacamos todas nuestras fuerzas para encontrarnos con nuestra Patrona, la Virgen de
Guadalupe.
A las 16:30 tuvimos la Eucaristía en el Monasterio y tras finalizar subimos al camarín a
ver a la Virgen. Y ya a las 18:00 horas nos subimos a los autobuses para poner fin a un gran fin
de semana y a una gran peregrinación con 120 jóvenes de la Diócesis de Coria-Cáceres.
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